Para un matrimonio mayor con hijos casados, esta vivienda se ubica en Floresta, barrio con una mezcla de lenguajes que van desde las casas “italianas” hasta los dúplex de los años 80. Este proyecto tuvo la voluntad de liberar el pulmón de manzana, poniéndolo en contacto con la calle. La casa se abre hacia este pulmón, aprovechando la mejor orientación. El interior está organizado por un solo elemento, un tabique sanitario que también delimita el dormitorio, y el resto del espacio es lugar para múltiples funciones sociales.

la mención otorgada se basa en el atípico aporte del proyecto al problema de resolver una vivienda entre medianeras en lotes de 8,66 m. Toda la fuerza del diseño está puesta en el único gesto: la pared curva, convertida en fachada principal de la casa. “Una propuesta de diseño que genera una propuesta de vida.”