Olleros fue la primera estación en construirse de la trilogía que integra con José Hernández y Juramento, de la línea D, cuya traza coincide con la avenida Cabildo y extendió el sistema de subterráneos a la zona más densamente poblada de la ciudad. Esta circunstancia fue el más fuerte condicionante del proyecto, al tratar de que las obras produjesen el mínimo impacto en la vida diaria de los vecinos. La propuesta definió grandes cajas enterradas construidas a “cielo cerrado”, y con estructura premoldeada para acelerar el tiempo de ejecución. Desde el nivel vereda se accede a un entrepiso con las boleterías, y desde allí se baja al andén, nivel donde se ubicaron los locales de servicios. El diseño pormenorizado de barandas, boleterías, ascensores, solados y colores pretendió jerarquizar estos edificios públicos generalmente anónimos.