La empresa Compaq decidió anunciar su aparición en el mercado argentino mediante un edificio propio -reciclado- en uno de los sitios de mayor caudal de público. Es un requerimiento comunicacional en que la arquitectura como uno de los canales de imagen corporativa, deviene portavoz de la identidad de la empresa. Flanqueado por dos edificios de alrededor de 20 pisos cada uno con fachadas complejas, se actuó por oposición. Un techo al doble de la altura del edificio, soportado por los linderos y por un marco de columnas muy esbeltas que enfatiza la verticalidad, genera un vacío poblado de plantas, pensado para un posible uso futuro. La visión nocturna propone un techo iluminado desde abajo, novedoso en la ciudad.

se consideró importante la contribución para resolver la situación urbana de un edificio a reciclar comprometido con las construcciones vecinas existentes. Con la terraza cubierta se obtiene una nueva escala y se destaca su integración al contexto.