Un edificio inteligente, frente al río en Vicente López, entre las calles Melo y Güemes, con grandes plantas de oficinas, extensas y flexibles, con una imagen institucional fuerte, surgida de los condicionantes del programa y el sitio. Un patio central perfora al edificio en el sector más ancho unificando el conjunto visualmente, enfatizando la vocación paisajística interior y exterior, y apoyando la idea de promenade circulatoria. En la planta baja libre, el terreno se trato como un plano de césped, armado el parque con un espejo de agua y taludes verdes suaves. El criterio circulatorio juega con las vistas y la voluntad de recorridos.

se consideró a esta propuesta sólida y de rico desarrollo, que consigue potenciar las relaciones del edificio con su entorno y más allá, con el horizonte del río. Sagaz resolución del tema del crecimiento previsto dentro de vacíos ya contenidos en el volumen tramado inicial. Plantas excelentes y expresión fresca y contundente desde las ideas generales hasta la resolución de los detalles.