La estructura topográfica del terreno, su tamaño, su proporción longitudinal y las acusadas diferencias de altura en el sentido del menor ancho, impusieron un fuerte condicionamiento al partido. El conjunto, al terminarse, comprendería además del shopping, un hotel cinco estrellas. A fin de otorgar independencia funcional a los dos elementos del conjunto y vinculación con el área residencial, se dispuso una plaza-mirador con acceso vehicular desde Duarte Quirós y peatonal desde el barrio Santa Ana, desde donde se accede al hotel, al shopping y al centro de convenciones. La masa opaca del shopping, de 190 m de largo por 45 de ancho, con fachadas en ladrillo visto, piedra y cristal, constituye la base para la torre del hotel acristalada

el aspecto sustantivo de esta obra, para el jurado, consiste en la riqueza del espacio interior con situaciones de gran diversidad y clima festivo a partir de un vocabulario sin concesiones, resuelto con significativa calidad. La complejidad del programa -con el hotel- , aseguraría en el futuro la vitalidad urbana del área.